Inicialmente considerado una forma de melocotón, el albaricoque ha sido cultivado durante miles de años en Asia y, al menos, durante dos mil años en Europa. Aunque también se consume fresco, la mayor parte de su producción mundial es conservada mediante el secado.1
Según el botánico ruso Vavilov, el albaricoque ha sido localizado en tres centros de origen: el centro chino (China y Tíbet), el centro asiático (desde Tien-Shan a Kashmir) y el centro de Oriente próximo (Irán, Cáucaso y Turquía). Se extendió desde Asia central a Europa y luego, los españoles y los ingleses lo llevaron a América.1,2
Turquía es el principal país productor de orejones. Otros productores principales son Irán, Uzbekistán, China y Afganistán.
BENEFICIOS
Los orejones tienen un alto contenido de fibra, potasio, cobre, vitamina A y vitamina E (α-tocoferol), y son una fuente de hierro y niacina.3,4
Entre las frutas deshidratadas, los orejones son los que presentan mayor contenido de vitamina A (3604 IU/100 g).
El contenido de β-caroteno en los orejones es de 2163 mcg en 100 g. Los orejones contienen una elevada cantidad de este pigmento que forma parte de los carotenoides precursores de la vitamina A.
DETALLES CURIOSOS
Los habitantes de Hunza (Pakistán) disfrutan de una salud y longevidad notables, atribuida en parte al consumo de sus famosos orejones pequeños.
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Malatya
Malatya, la mayor ciudad productora de orejón en Turquía, es conocida como la “Capital Mundial del Orejón”.